LETANÍA PARA TIEMPOS DE COVID-19
Oh Dios Padre,
Ten piedad de nosotros.
Oh Dios Hijo,
Ten piedad de nosotros.
Oh Dios Espíritu Santo,
Ten piedad de nosotros.
Oh Santa Trinidad, un solo Dios,
Ten piedad de nosotros.
Dios de misericordia, venimos a ti en este tiempo de ansiedad e incertidumbre que rodea el brote del COVID-19. A medida que las penas de nuestros corazones y mentes aumentan, te suplicamos que nos salves de toda angustia y temor. Desecha todos las hacedumbres de las tinieblas. Sé nuestra roca, y nuestro castillo para salvarnos. Porque el Señor es nuestra fortaleza y nuestro refugio, y él será nuestro Salvador.
Por todos los que han muerto: recíbelos en tus brazos de misericordia, concédeles la paz eterna y abriga los que están de luto con tu gracia sanadora.
Señor, atiende nuestra súplica.
Por los que han sido infectados por el virus: ayúdalos a recuperar su salud y restáuralos en cuerpo, mente y alma.
Señor, atiende nuestra súplica.
Por los que están a alto riesgo de infección, especialmente los ancianos, los que ya están enfermos, los marginalizados y los pobres: mantenlos sanos y libres de toda enfermedad.
Señor, atiende nuestra súplica.
Por los que están en cuarentena, los encerrados y los enfermos: ayúdalos a encontrar la paz, mantenlos en buena salud y renueva sus mentes y sus espíritus.
Señor, atiende nuestra súplica.
Por los hospitales, los doctores, los enfermeros y el personal: protégelos mientras ministran a los enfermos, alivia todo estrés y provee los recursos y el espacio necesario para satisfacer a las necesidades de los enfermos.
Señor, atiende nuestra súplica.
Por los socorristas: guárdalos de todo peligro, y concédelos la fuerza y el valor para que puedan responder a todas las llamadas de socorro.
Señor, atiende nuestra súplica.
Por los trabajadores de servicio y los que se ven obligados a trabajar mientras sus comunidades entran en cuarentena: mantenlos en salud, otórgales recursos para cuidarse a si mismos y a sus familias y mantenlos seguros en estos tiempos de ansiedad financiera y médica.
Señor, atiende nuestra súplica.
Por los que están experimentando perdidas financieras e incertidumbre de recursos: ten piedad de ellos, alivia cualquier temor y provee su pan y salario diario.
Señor, atiende nuestra súplica.
Por los líderes de esta nación y del mundo: ayúdalos a tomar decisiones sensatas para asegurar el futuro de nuestro planeta.
Señor, atiende nuestra súplica.
Por todas las escuelas, los estudiantes, los maestros, los administradores y el personal: mientras las escuelas permanecen abiertas, mantenlas sanas y en buenos espíritus para aprender; cuando cierren, alimenta los que tendrán hambre sin comidas garantizadas y alberga a todos los estudiantes sin donde vivir.
Señor, atiende nuestra súplica.
Por todos los medios de comunicación y los periodistas: protégelos de todo peligro en su reportaje y conviértalos en un vector de verdad y certeza y nunca de temor o susto.
Señor, atiende nuestra súplica.
Por todos los lugares de culto: aliéntalos para ser faros de esperanza y de amor, y ayúdalos a reunirse como y cuando puedan – sea en persona o en línea – para darte nuestra alabanza.
Señor, atiende nuestra súplica.
Por los líderes de la iglesia: ayúdalos a ministrar a sus rebaños; fortalécelos para ser pastores fieles, para perseverar en oración y para edificar la familia de Dios en maneras nuevas y creativas.
Señor, atiende nuestra súplica.
Por los jóvenes: guárdalos de todo peligro y temor, y mantenlos como un signo gozoso de tu amor y tu luz.
Señor, atiende nuestra súplica.
Por todos los padres: fortalécelos para los tiempos venideros, y dales palabras y testimonio para ser sabios consejeros y cuidadores compasivos.
Señor, atiende nuestra súplica.
Por calma en medio de la tormenta: mientras las olas azotean nuestro barco y nos preguntamos “¿no te importa?”, recuérdanos a no tener miedo, que contigo todo es posible, y que incluso el viento y el mar te obedecen.
Señor, atiende nuestra súplica.
Despierta en nosotros tu espíritu de compasión y tenacidad para los tiempos venideros.
Amén.
Muévenos a comunicarnos con nuestros amados a riesgo de infección y con los que están en cuarentena.
Amén.
Alivia nuestro temor y ansiedad, que podamos compartir nuestros recursos en vez de almacenarlos y extender una mano a los necesitados.
Amén.
Inspíranos a compartir las Buenas Nuevas de tu amor y esperanza.
Amén.
Todo esto te pedimos mediante tu hijo Jesucristo nuestro Señor: sanador del enfermo, Señor del mar tempestuoso y salvador del mundo.
Amén.
Oficiante: Señor, ten misericordia de nosotros.
Pueblo: Cristo, ten misericordia de nosotros.
Todos: Señor, ten misericordia de nosotros.
Traducido por Toni Alvarez